ALEJO

El nombre ALEJO tiene su origen en el griego "Alexios" (Ἀλέξιος), que se deriva del verbo "alexein" (ἀλέξειν), significando "defender" o "protegér". Por lo tanto, ALEJO puede ser interpretado como "defensor" o "protector". Este nombre ha sido popularizado en diversas culturas, especialmente en la tradición cristiana ortodoxa griega y posteriormente en la cultura cristiana occidental, debido a figuras destacadas como San Alejo, un santo venerado tanto en Oriente como en Occidente. Etimológicamente, el nombre se asocia con la idea de protección y defensa, ya sea en un sentido físico o metafísico. En el contexto histórico y religioso, San Alejo de Roma (siglo V) es uno de los santos más conocidos con este nombre, cuya historia y legado han contribuido significativamente a la difusión del nombre. En resumen, ALEJO significa "defensor" o "protector", simbolizando fortaleza y amparo. Su origen griego y su vinculación con la tradición cristiana le otorgan un significado rico en matices culturales y religiosos. Su traducción y significado permanecen vinculados a la idea de alguien que ofrece protección o defensa.