CIRA

Se considera una variante del nombre Ciro, que tiene un origen persa antiguo. La etimología de Ciro se remonta al nombre persa "Kūruš", que significa "trono" o "sol". En la cultura persa antigua, el nombre estaba asociado con la realeza y la nobleza. Se popularizó gracias al famoso rey aqueménida Ciro II el Grande, quien fundó el Imperio Persa en el siglo VI a.C. El nombre se extendió por la región y fue adoptado por diversas culturas, incluyendo la griega y la romana. En su forma original, el nombre está asociado con la idea de poder, autoridad y sabiduría. En la cultura persa, el sol era un símbolo de la divinidad y la realeza, por lo que el nombre también podría estar relacionado con la luz y la iluminación. En castellano se puede traducir como "La que ilumina" o "La que posee el trono", reflejando su conexión con la realeza y la autoridad. También se puede interpretar como un nombre que simboliza la sabiduría y la inteligencia,