CLETO

El nombre CLETO tiene su origen en el griego antiguo "κλήτος" (klētos), que se traduce como "el llamado" o "el elegido". Este término deriva del verbo "καλέω" (kaleō), que significa "llamar". En el contexto cristiano primitivo, este nombre adquirió una connotación especial al ser asociado con uno de los discípulos de los apóstoles, Cletus o Anacleto, que fue el tercer papa de la Iglesia Católica según la tradición. Por lo tanto, el nombre CLETO simboliza la idea de ser elegido o llamado para una misión o propósito específico. Su etimología griega y su conexión con la historia eclesiástica lo dotan de un significado profundo relacionado con la vocación y el llamado divino. En resumen, CLETO significa "el llamado" o "el elegido", con un fuerte arraigo en la tradición cristiana primitiva y una rica etimología griega.