COLLINS

El apellido COLLINS tiene su origen en la cultura celta, específicamente en Irlanda y Escocia. Proviene del patronímico "hijo de Col(l)in", donde "Colin" es un nombre personal que se deriva del gaélico "cailean" o del latín "columba", que significa "paloma". Por lo tanto, COLLINS se traduce como "hijo de Colin", siendo Colin un apodo que posiblemente se refería a alguien joven o alguien asociado con la paloma, símbolo de paz y pureza. La forma Collins se consolidó como un apellido fijo en la Edad Media, reflejando la estructura patronímica típica de las sociedades celtas, donde la identidad de una persona estaba ligada a la de su padre o antepasado. Así, el apellido COLLINS no solo indica filiación, sino que también conecta con una rica tradición cultural y lingüística.