MARÍA ASSUMPTA

El nombre "María Assumpta" tiene un significado profundo y rico en historia. "María" es un nombre de origen hebreo, derivado de "Miryam", cuya etimología es discutida, pero que se asocia comúnmente con significados como "amada" o "señora". En el contexto cristiano, María se refiere a la Virgen María, madre de Jesucristo, adquiriendo así una connotación sagrada y de gran veneración. "Assumpta" es un término latino que significa "asunta" o "elevada al cielo". En el contexto católico, se refiere específicamente al dogma de la Asunción de la Virgen María, que celebra la creencia de que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma al final de su vida terrenal. Este dogma, proclamado en 1950, subraya la santidad y la importancia de María en la teología católica. Por lo tanto, "María Assumpta" puede interpretarse como "María, la Asunta" o "María, elevada al cielo". Este nombre invoca la imagen de la Virgen María en su misterio más glorioso, destacando su papel central en la fe católica y su condición de modelo de virtud y devoción. El nombre lleva consigo una rica carga simbólica y espiritual, asociando a su portadora con los valores de pureza, gracia y elevación espiritual que María representa. En resumen, "María Assumpta" es un nombre que combina la veneración por la figura de la Virgen María con el reconocimiento de su glorificación en el cielo, reflejando una profunda conexión con la tradición y la espiritualidad católicas.